Córdoba de primera.

Este funcional coliseo taurino de la Avenida Gran Via Parque que sustituyó a la famosa ubicada en Ronda de los Tejares, acoge uno de los acontecimientos a priori de más importancia de los celebrados en este año tan especial y por todos conocidos. Córdoba, hoy protagonista por merecimientos y por ser un lugar de insólita belleza donde los toros fueron un rito de encuentros y de viajes eternos. Los Machaquito, Largatijo, Guerrita, Manolete y El Cordobés, este quinteto califal del toreo, patrimonio irrefutable no sólo de Córdoba si no también de toda la torería resumen la importancia de este lugar emblemático de la fiesta más hermosa. Recuerdos de mis andanzas de la mano de mi padre por los ochenta por la Torrecilla donde mi progenitor cumplía en aquellos mayos inolvidables, su cita laboral acostumbrada y llegar a esa ciudad donde Manolete aparece en mi pensamiento por siempre, pasear por Santa Marina, Plaza del Triunfo, Tendillas…la Judería, esa Mezquita Catedral una y única, Patrimonio de la Humanidad innegablemente merecida. Elegante coso de los Califas, hoy engalanado por secuencias de los cinco cordobeses más grandes del toreo, y dos exposiciones claras de la toreria del veintiuno… Morante y Ortega donde el arte es el denominador común indiscutible. Silencio, ovación y vuelta fue el bagaje de un Morante entregado absoluta de la verdad del toreo que siempre propuso, además de la pintitureria acostumbrada, hoy habría que añadir la perseverancia y la valentía con tres toros desclasados, hoy pudo haber cortado tres orejas en la tarde cordobesa, mucha variedad con el capote con lances sueltos y chicuelinas ceñidas , con la muleta con derechazos profundos, trincheras, cambios de manos y de pechos enormes , para mi los mejores, lástima en su último si no pincha en lo alto hubiera cortado las dos, vuelta al ruedo estruendosa premio al conjunto de una tarde redonda. Juan Ortega, confirma sus excelentes formas a pesar de los Jandillas sorteados que no fueron los deseados por el sevillano. Ovación, silencio y palmitas de consolación fue el balance hoy en Córdoba. Detalles con el capote al compás de la sevillania añeja de siempre, con la muleta con el temple a medias de no poderlo ver por mor de una jandillada infumable, tiempo habrá de verlo, hoy no fue una tarde de sueños para Juan Ortega. Recuerdos por siempre lo que fueron y también ocuparon un lugar de privilegio y cordobeses de postin …los Montilla, Zurito, El Pireo, Gago, Chiquilin, José Luis Moreno y por supuesto a Juan Serrano Finito, mi más sincero reconocimiento por ser los sucesores de aquellos cinco. Córdoba fue la capital del toreo hoy y gracias por siempre. Enhorabuena Córdoba. Crónica de Alfonso Leandro González

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